La magia es no preocuparse de nada —Maestros

Ramavajan fue y yo


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El maestro le pregunta al alumno

CDMX, 20/11/2009. A los pocos años de habernos conocido, Ramavajan me preguntaba muchas cosas (ya que él no había tenido una educación esotérica como yo). Sabiendo que él es un portento que tiene acceso a todas las librerías del universo, me resultaba sorprendente que no tuviera idea de conceptos básicos que nos enseñan en los centros de meditación. Tratando de explicarle por chat (lo cual es difícil), le dije: nuestra realidad es magia y él se quedó muy interesado. A ver, explica más de eso —me insistió. La vida es un misterio que pocos pueden explicar —le dije; la verdad es que sabemos poco o nada sobre cómo está hecha la realidad o cómo la hizo Dios. Nuestro líder reaccionó: yo también estoy investigando justamente eso, porque cada vez me doy cuenta de que conozco menos acerca de la realidad y de Dios.


Poderosa enseñanza

Mientras le recitaba varios conceptos racionales, Ramavajan se contactó con nuestros Guías Espirituales, y me dijo: ¿sabes cuál es la respuesta? Los Maestros me están diciendo que “lo que les hace falta a Ustedes es tener una fe a toda prueba, una fe sin miedo”. Es difícil, pero podemos lograr tener una fe como ésas, indestructible. Y como en días recientes yo lo había “puesto a prueba”, le recordé: el otro día que salimos a la calle a buscar un tesoro o una respuesta para recibir más recursos, y a buscar ideas para poner algún buen negocio, incluso compramos un boleto de lotería, ¿te acuerdas?, pero no pasó nada. Incluso fuimos a apostar a un casino… Sí —me respondió, pero tenemos que ser muy fuertes y nunca perder la fe; ésa es la magia. No preocuparnos de nada, ése es el poder; no tenerle miedo a nada —señaló, pero estas palabras —tan elevadas para mí en estos momentos— no retumbaron como debieran en mi interior.


Comentándole de mi esposa

Entonces metí en la conversación el tema de mi mujer, que tiene muchas dudas acerca de los : todo el tiempo me está cuestionando, me pregunta si estoy seguro de lo que estamos haciendo —le externé a nuestro líder. Es que tiene mucho miedo —respondió. Y los miedos bloquean cualquier situación. Cuando pediste una suma de dinero —que tu papá te adelantó una parte de tu herencia, ¿lo pediste con duda o con miedo? —me recordó y le expliqué que, en realidad, tuve mucha fe en que “me iba a llegar una buena suma”, además de que estaba repitiendo una frase que leí en el libro de que vi en el de . Por eso te llegó ese dinerito —recalcó. Pero recuerda que también me estaba cargando de energía en el “vórtice de la riqueza” que nos dieron los Maestros en el parque de la —le recordé. Por lo que tú quieras; pero tuviste fe y seguridad. Finalmente fue eso, ésa fue es la razón por la que te llegó el dinero —insistió.


La razón de convivir con mi esposa

En eso nuestro líder me explicó un motivo por el cual estoy conviviendo con mi actual esposa: a menudo las personas en nuestro mundo dudan y nos enojamos con ellas —como es el caso de mi señora —lo interrumpí; ésa ha sido la lucha continua con ella en estos meses —le dije. Así es. Por eso has tenido que enfrentarte al ogro que tienes en casa —me reí, pero le hice ver que ésa ha sido una gran prueba que he tenido que soportar. Pero es para que te atrevas a contrarrestar tus miedos —aclaró. En el caso de ella, son muchísimos los . Ella tuvo una niñez muy pobre, con muchas carencias(por su karma, por supuesto), y ahora tiene miedo de que regrese a la vida de privaciones de donde salió. En su caso, padece de inseguridades, y poca fe, lo cual le produjo problemas de personalidad graves, sentirse inferior a todo y a todos —estuve de acuerdo. Pero ella te transmite todo eso, unos miedos e inseguridades por todo —continuó y le dije: creo que por eso la elegí inconscientemente como pareja, para trabajar esa parte —reconocí, y de inmediato mencionó: está muy difícil vivir así; mientras tú te estás limpiando , ella no puede ver un futuro bonito, porque su vida es de sufrimiento, de pagos, le cuesta trabajo disfrutar lo que tiene a su alrededor. Ustedes están agarrando caminos diferentes —decretó.


Tiene la oportunidad de corregir

Le expresé que estoy viendo que ella se está quedando atrás; no ha limpiado ninguna de sus , y dijo: ella se aferra a sus miedos; te quiere recluir en casa para poderte mangonear y manipular a su antojo. Tú vive tu vida y disfrútala mucho, que para eso te la dieron; si ella de verdad te quiere por amor, se va a aplicar y va a querer mejorar; pero si sólo te quiere por interés, por tu familia, ahí te vas a dar cuenta. Te dije que la verdad no te va a dar la felicidad. Entonces le comenté que eso decía nuestro Maestro Jesús el Cristo, que "la verdad te hará libre". Sí, pero no te va a dar la felicidad —interrumpió Ramavajan. En el caso de la pareja, cuando hay que arriesgar, es cuando realmente ves lo que vale una persona. ¿Pero entonces qué te da la felicidad? —inquirí preocupado. La seguridad en ti mismo, que no te importe si el vecino tiene un mejor carro o más dinero, o si es un buenazo en todo lo que hace y tú no.


Difícil elección

En eso nuestro líder me cuestionó: pero ¿qué es más importante para ti? La verdad o la felicidad. Y le contesté que la felicidad. Entonces ya no busques la verdad; tú tienes el poder de escoger. A lo mejor a ti te conviene ser feliz y no estarte peleando con tu esposa. Pero si sigues esa ruta lo difícil va a ser que, cuando te des cuenta del , entonces te empecinarás en buscar la verdad. Y la verdad no te va a gustar, porque te darás cuenta de que te engañaron o subyugaron y que nada más sacaron provecho de ti; aunque tú todo lo des y lo hagas por amor, ellos (los demonios) sólo quieren sacar ventaja de las demás personas.


Así le ocurrió a Ramavajan

Entonces me confió: a mí me sucedió precisamente eso; de repente descubrí que el amor que me tenían mis hermanos no era cien por ciento desinteresado y eso me dio mucha tristeza; tardé mucho tiempo en reponerme de saber que "había algo más". Y como empaticé con él en esos sentimientos (me traicionó una exnovia hace algunos años), me confió: entonces entras en una etapa en la que estás solo, no confías al cien por ciento porque te fallaron y sigues adelante por tu camino, sin felicidad, pero con la verdad en la mano. Más vale poco pero bueno y de corazón, que muchos amigos y del montón. En eso me dijo algo que me quebró el corazón: pero yo te considero mi hermano y te tengo mucho más cariño y amor que a mis hermanos. Y le contesté esto: gracias, es un honor escucharlo de ti. Yo también te considero mi mejor amigo, mucho más importante que mi propia esposa. Es triste, pero es la verdad —le dije.


Otras reencarnaciones

Sintiéndose acongojado, continuó: con la madurez te das cuenta de que, mientras más cerca estás de la soledad y la tranquilidad, más cerca estas de la felicidad. Como se me hizo que su tono era un poco dramático, le dije: te pareces a Sócrates y, para mi sorpresa, le dijeron nuestros Guías Espirituales: pues le diste al clavo, Sharover; Ramavajan fue y tú, —dijeron, y me quedé impactado. Nuestro líder añadió: Sócrates, un servidor, era el maestro y el escribano eras tú, el alumno Hipócrates; ese formato, de que exista a menudo un maestro y un discípulo, lo creó Dios. Y después de una pausa, explicó: pues hay que seguir adelante, a ver qué nos depara el destino; me dicen que nosotros tenemos que modificar nuestro destino con magia.


El legado

Entonces nuestros Guías Espirituales explicaron a Ramavajan: así como Sharover es tu alumno, su hijo de él será discípulo de tu hija —y a nuestro líder se le llenaron los ojos de lágrimas al saber que van a continuar nuestro legado, por pequeño o grande que éste sea. Comentó con su particular estilo coloquial: pues hay que seguir jalando, con felicidad y tranquilidad. Y para terminar, comentó que yo estoy escribiendo su libro, esto dijo a manera de albur: cada vez que termines uno de los capítulos, te despides de los lectores y les dices: “el maestro Ramavajan les manda a decir: que se lo laven”, y me ataqué de la risa. Me despedí de él y fui hacia donde estaba mi automóvil, sonriendo.