Trabajando el pan de la vergüenza

La hipoplasia es un veneno para los demonios / muchos estarán muriendo asfixiados o por fuego / matarán a sus hijos

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Desesperados por dinero

CDMX, 25/2/2015. Preocupados por la falta de opulencia económica, este día Ramavajan y yo nos reunimos para ver si podíamos quitarnos la energía del pan de la vergüenza (de acuerdo con la Kabalá, este "pan" es la pena o vergüenza que sentimos al obtener un ingreso, beneficio o regalo . Pensábamos que, al no recibir las recompensas que nos corresponden por haber logrado la , ello se debía a que aún poseemos dicha frecuencia en nuestro interior, por lo que nos dispusimos a quitarla.


La promesa

En otra ocasión nos dijeron que le hicimos a Dios una promesa: que antes de que nos llegue la riqueza material cubriríamos un aspecto importante en nuestro desarrollo personal. Al preguntar a los Maestros cuál era esa promesa, nuestro líder soltó una carcajada: me dicen que la promesa es que primero teníamos que tener felicidad. Es decir, para tener dinero, lo primero que requerimos es ser felices. ¡Tantos años trabajando con terapias, meditaciones, viajes y visitas a centros de poder, para llegar a esto —dijo con cierto reclamo.


Las vacaciones

Después de reflexionar y hacer preguntas a nuestros Guías Espirituales, mencionó: al parecer el compromiso consistió en que primero nos dedicaríamos a remover todas las obstrucciones energéticas y emocionales que están bloqueando nuestra felicidad, ése fue el trato —y cuando pudo estar más tranquilo, explicó: alcanzar una felicidad plena… ésa fue la ofrenda que hicimos; les pregunté cuándo llegará la felicidad y dijeron: "a fin de mes", pero que este proceso "ya está avanzando" en nosotros Entonces transmitió esto: me dicen los Maestros que no me debo sentir confundido ni triste, que las situaciones en están saliendo bien; incluso, aunque nos entristezcamos, todo va por buen camino. Entonces le recomendaron que debía irse de vacaciones. Pero nuestro líder, irónico, explicó: si me mandan muchos billetes, de a mil pesos cada uno, entonces podré viajar; de lo contrario, ¿cómo?.


La concentración

Entonces nos dispusimos a relajarnos e hicimos una concentración para limpiar ese "pan de la vergüenza". Al terminar la meditación, Ramavajan preguntó a los Maestros: ¿ya se cumplió la promesa que hicimos antes de venir a este mundo? Y le dijeron que sí, pero que ahora tienen que integrar todos estos procesos.


Hablan nuestros Guías

Ramavajan recibió esta recomendación: las cosas se van a ir dando solas; el dinero van a recibirlo en su momento, no antes ni después, por lo que no te preocupes. Nuestro líder preguntó: ¿y qué es entonces el "pan de la vergüenza?" Contestaron: es un proceso de autosanación, de "ducción" (nota: ¿conducir?), el cual te va a quitar muchos prejuicios que traes y que deben ser liberados; nadie puede progresar antes que Ustedes; tienen que ser los primeros en hacerlo; sin embargo, algunas personas no tienen esta programación (la del pan de la vergüenza) pero, si Ustedes manifiestan felicidad, se la van a quitar fácilmente. Tienen que dejar fluir las cosas para que esas salgan. Y recalcaron: les mandamos mucha salud. Se va a generar mucha hipoplasia* pero, cuando ésta se produzca, será un veneno para los demonios.


Matarán a sus hijos para evitarles sufrimiento

Y volvieron a decir: . Y dijeron esto, que nos asombró: también hay demonios que están matando a sus hijos (que también son malvados) para ayudarlos, ya que saben que en su interior traen muchas de estas entidades y sufrirían por ello.


Más de la hipoplasia

Explicaron esto de la hipoplasia (que es una condición que ): es una dosis de energía muy importante que les estamos dando y que no tenían; también es una forma que les proporcionamos para que puedan quitarse más rápido sus entidades negativas (demonios, implantes, enlaces, etc) que aún no han retirado; ya no necesitan más por el momento —terminaron.

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* Los Maestros dijeron al respecto de la hipoplasia (que no entendimos en ese momento): son rastrojos, rastrillos o rastros del alma; si los usan los demonios, se empiezan a morir, ya que no tienen inmunidad contra ellos; amén.